Pasado el tiempo, retomo mi espacio para hacer escasos comentarios, ya que la carrera del pasado domingo de Monza fue simplemente emocionante y vibrante. Parece que los ciclos de los coches vienen y van, que cada circuito es diferente y la línea continua que llevaban los F1 hace años (el que era bueno desde el inicio de temporada era complicado que no ganara el mundial) y ahora hay tres escuderías que pueden ganar el mundial, desde el inicio del mismo.
En la carrera de Italia hemos visto, de nuevo, a un impetuoso Hamilton. No lleva bien las presiones y mucho menos el tráfico, le molesta todo el mundo. Un Vettel que parece que no sea aquel que conocimos en Toro Rosso cuando hizo pole y victoria en Monza bajo la lluvia. Le pierde, como a Hamilton, la impetuosidad. Un Button que es mejor de lo que creíamos todos cuando estaba en Honda y BGP, pero que le falta un poco de chispa. Marc Webber, fenomenal piloto que sabe llevar las situaciones críticas y que es el único que lleva conco carreras ganadas y un firme aspirante al título y Fernando Alonso, una máquina de conducir, un genio en los circuitos, pero que tendrá que tener suerte para ganar este mundial. Yo confío en él y creo que puede ganarlo.
La pena es la retirada de Pedro de la Rosa. Lo hace bien, pero no es mejor que Sutil o Barrichello. Es de los 15 mejores pilotos del mundo. A ver si Hispania Racing saca flujo económico y lleva al equipo a este erudito de F1. Llega Singapur y todo está muy emocionante, pero no hay nada decidido.
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