La carrera de ayer nos deja unas buenas sensaciones personales a los aficionados a Fernando Alonso. Hay varios motivos para estar contento, el primero es que se afianza como el número 1 de Ferrari y con un coche que por el momento no es el mejor de la parrilla (vease Massa en calificación y carrera con el mismo coche). En segundo lugar que sigue siendo un conductor que sabe sacar el máximo partido a todo lo que tiene y no hay objeto a dudas y en tercer lugar, y por poner tres aspectos, que ayer Fernando se ganó su segunda posición, no se la regalaron. Si Hamilton se salió de pista o si Vettel tuvo problemas mecánicos no es su problema, es problema de sus equipos que tienen un coche más rápido pero menos fiable. Además, si estos pilotos no saben administrar gomas (ahora cuantas menos entradas a boxes se hagan mejor, entre comillas, pero hay que saber dosificar el coche y sus componentes y sólo gas no te asegura que el coche vaya a llegar primero). Por lo que eso de que tuvo suerte es cosa de palabreo gratuito, Fernando Alonso se ganó en carrera su posición con lo que tiene. Bravo, Bravísimo.
Por lo demás he de decir lo que sabemos todos, los Red Bull son un misil. Van un segundo por delante del resto de equipos a una vuelta. Ferrari y Mclaren van muy parejos y el subidon del Kaiser y el bajón de Nico huele muy mal. El resto de equipos lucha por colarse entre estos, cosa poco probable ya que ni Renault ni Force India parece que vayan a evolucionar el coche tanto para acercarse al grupo de arriba. Los que deben de evolucionar el coche es Ferrari, tiene medios para ello y se tienen que poner las pilas. Tienen mucho trabajo por delante si quieren conseguir el mundial. En caso contrario va a estar todo muy igualado y los puntos de Mónaco son muy importantes para cada conductor, ya que ellos tienen en sus manos mucho que decir para estar arriba en carrera, no tanto como el coche.
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